martes, 28 de agosto de 2007

FRENTE AL MUNICIPIO

Un lujoso auto en la puerta del Palacio Municipal espera a una pareja de recién casados. Eso pensé cuando lo vi estacionado en dicho lugar, a pesar de existir una franaja amarilla sobre el zócalo de la verma, señala indubitable de prohibición. Aun me faltaban cincuenta metros para llegar al local edil y otro auto más se estacionó fuera de dicha institución. Llegué a la puerta y pregunté si había matrimonio a quien ejercía la custodia del lugar. Respuesta negativa. Durante los siguientes treinta minutos de ocio que permanecí parado en dicho frontis reparé que no sólo había autos estacionados en dicho frente del local municipal, sino también del lado contiguo de la calle.
¿Por qué el gobierno local permite que los ciudadanos infrinjan la ley y se estacionen en lugares prohibidos? La falta de cultura al volante en nuestra ciudad es más que evidente. Lso choferes creemos que frente a un timón nos imbuimos del estatus de autoridad sobredimensional y podemos tomar las calles como nuestras. Error. El reglamento es para todos, las normas no hacen excepciones, salvo emergencias justificables. Entonces, por qué ciudadanos y/o funcionarios municipales se apropian del frente del Palacio Municipal y lo convierten en su paradero particular, en su estacionamiento de costumbre. Si el gobierno municipal exige a los demás ciudadanos respetar las normas de tránsito y multa a quienes las infrinjan. ¿Que castigo debería imponerseles a ellos? ¿Se atreverá alguna autoridad policial ha imponer una sanción, una llamada de atencion o a corregir la ignorancia o negligencia de los ciudadanos?
Quienes solemos transitar por la Plaza de Armas de la ciudad, tenemos no sólo que esquivar los grupos que se detienen frente al local edil para dialogar en amena conversación, olvidando que las vías son de acceso y que no son un lugar de diálogo. ¿Por qué no cruzan y se sitúan en alguno de los hermosos espacios de la plaza para continuar su diálogo? Será acaso que la hilera de vehículo estacionados fuera de dicha entidad se lo impiden? Y si tengo autos estacionados en la pista y gente aglomerada en la vereda, ¿por donde transito? Muchas interrogantes que la conciencia particular y el ejemplo gubernamental pueden empezar a dilucidar.

No hay comentarios: